Las Biociudades son entornos urbanos que siguen las reglas de los sistemas naturales con el fin de promover la vida y la biodiversidad. Las Biociudades aplican los principios de la Bioeconomía Circular con el objeto de convertirse en ciudades de Cero Emisiones, tal como propone la UE para el año 2050. El campo de aplicación de la Bioeconomía Circular en ciudades incluye el uso de materiales provenientes de los bosques (en particular, la madera en la construcción o como materia prima en el sector industrial), productos marinos, el desarrollo de biomateriales a través de nanotecnologías, de un nuevo metabolismo urbano a partir de sistemas renovables en el campo de la energía y los ciclos de agua, la producción de comida en las ciudades o el desarrollo de la biodiversidad urbana y otros servicios medioambientales relativos a los bosques urbanos y los espacios verdes.
Todas estas iniciativas tienen un impacto directo en la calidad de vida de las personas que residen en las ciudades, tanto en la calidad del aire, la salud global como en el empoderamiento ciudadano.